Quebec mira a Catalunya

El nacionalismo catalán se ha mirado con frecuencia en el espejo de la provincia francófona de Quebec. Quebec desbrozaba el camino. Con las leyes lingüísticas. O con la aspiración a un referéndum de autoderminación. Ya no.

El nacionalismo quebequés, que en el referéndum de 1995 se quedó a menos de 60.000 votos de la independencia, está deprimido. No hay perspectivas de otro referéndum mientras los independentistas no gobiernen en la provincia. El apoyo electoral es incierto. “Si antes Catalunya miraba a Quebec, ahora es Quebec el que mira a Catalunya”, decía hace una semana, en la terraza soleada de un café en el barrio anglófono de Westmount, en Montreal, el profesor Alain-G. Gagnon