Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Foro Económico Mundial consideran en sus informes anuales al sistema bancario canadiense como el más estable y saludable del mundo. Hasta el propio Barack Obama lo admitió durante su primera visita oficial a Ottawa como presidente de EE UU, en febrero de 2009. No es el único que mira a Canadá como modelo.
\\\”Una banca aburrida\\\”, como dicen en EE UU, que no impidió que su economía se viera arrastrada por la crisis global, al ser muy dependiente de las exportaciones hacia el vecino del sur y a la evolución de las materias primas. El sector inmobiliario aguantó mejor. Sin embargo, la fortaleza de su sistema financiero le puede ayudar a recuperarse mejor y más rápido de la recesión.
Lo interesante es que los bancos canadienses, que esquivaron claramente mejor que otros la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, están explotando ahora sus puntos fuertes para hacerse con nuevos activos.